Vientos equivocados

Hoy me gustaría sacudir el mundo por todos aquellos sentimientos que han sido gritados a los cuatro vientos, y sin embargo, nadie los ha escuchado. ¿Tal vez nadie se preocupó por entender? ¿Tal vez podría ser que los esparcimos a los vientos equivocados?

Recuerdo tantas noches que pasé pensando en esa situación, ese amigo, esa persona... Después de estar tantas horas dándole vueltas a lo mismo, parecía que tu rostro y tu piel gritaban lo evidente, y no había que hablar más sobre el tema... Y quizá era verdad, y el sentimiento se derramaba por todos los poros de nuestra piel, o en cada brillo de nuestras miradas perdidas... Pero nadie parecía darse cuenta.

Algún día, tal vez me de por inventar una caja de sentimientos, donde podamos ir recogiéndolos uno por uno. Cada lágrima, cada palabra, cada suspiro, cada nombre escrito en las páginas de una libreta blanca, cada chispa resplandeciente de nuestra sonrisa... ¿Y por qué no cada enfado o decepción?

Todo eso iría a parar a la caja. ¿Porqué no entregarlo a la persona que deba conocer todo eso? Quizá al abrirla, como si de la caja de de un tesoro se tratase, con la diferencia de que no encontrarías oro sino mucho mas que eso, algo mas valioso “nuestros sentimientos”, este tesoro aclararía tanto aquellas situaciones… y tal vez porque no cerrar nuestro pacto con un beso como candado. ¿Que dices me besas?
Dayana Vidal

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